La verdadera Colombia

     Por Iván González Urán
      No crean que es un video antiguo para rememorar el pasado.
Es algo real y actual qué sucede todos los sábados en muchos municipios de Antioquia y el de Abejorral es un caso emblemático. Los sábados día de mercado cuando los campesinos salen de la zona rural para ir al pueblo a abastecerse de víveres y demás implementos necesarios para las labores del campo.

      Usan estos viejos vehículos de finales de los años cuarenta y comienzos de los 50 que son producto de los modelos diseñados para la Segunda Guerra Mundial. La razón es porque son extremadamente resistentes para las pésimas carreteras rurales qué el gobierno no les ha construido a pesar de tantos años de esfuerzo y trabajo arduo.

      Por eso las carrocerías son construidas en madera porque lo que se traía del exterior era la parte metálica, solamente el motor y el chasis. Y de esa forma los carpinteros pueden rehacer la estructura todas las veces que sea necesario. De esa manera han durado más de 60 años en constante trabajo semanal.

     Campesinos qué generar las cosechas cafeteras de varios millones de sacos que le producen a todo el país grandes divisas en dólares. pero ellos no disfrutan de ese beneficio. Pues su economía aún todavía es de subsistencia.

      Esta es una de las razones por las cuales Antioquia piensa con frecuencia en almenos un sistema de gobierno federal o incluso la independencia total.
Pero están ansiosos de salir de esta condición primitiva y medieval qué sienten como un sometimiento injusto por parte del gobierno central.

      Personalmente he visto este espectáculo dónde he podido contar más de 20 de estos vehículos estacionados en línea en la plaza principal del pueblo descargando los productos del campo y los pasajeros que llegan de las veredas.
      Al mismo tiempo que abordando los que regresan a ellas.

       Lo mismo sucede en casi todos los más de 100 municipios que conforman el departamento de Antioquia. Todas las semanas y durante muchos años.

       Si tuviéramos buenos gobernantes pensarían más en soluciones prácticas y funcionales de impacto social así no fuesen grandes soluciones ni inversiones sino simples y pequeñas ayudas que el pueblo agradecería mucho. Y pondría bastante más de su parte para obtener resultados a un superiores a los que los dirigentes políticos creen que ellos pueden lograr sin la ayuda del pueblo.

      Mientras no haya esperanza en resultados efectivos la población también no pondrá nada de su parte y continuaremos en el subdesarrollo sistemático y eterno pero indudablemente violento. Con sus graves secuelas sociales y humanas.
      No sobra recordar qué estas circunstancias han sido el caldo de cultivo de mucha violencia.

      Razón por la cual nuestras Fuerzas Armadas han tenido que sacrificar muchos de sus hombres en procura de mantener la paz y la armonía que más le sea posible lograr, para que no impere la anarquía y el caos total.
       De no haberlo hecho la nación ya habría perecido completamente debido a la corrupción de los gobernantes ineptos para ocupar cargos públicos. Por la falta de idoneidad, eficiencia y sentido de vocación, en lugar de relumbre o beneficio personal.

       Este espectáculo corriente en los pueblos podrá ser visto simplemente como algo pintoresco, pero realmente es la demostración de una gran injusticia social.

       Asunto que ha obligado a muchos de ellos a abandonar las labores de un producto lícito como lo es el café, pero nada rentable, para irse a otras regiones a producir un producto ilícito como la coca. Lo cual termina siendo la solución que se ha inventado el pueblo para no morir de hambre o vivir en infame miseria.

Iván González