Ha llegado la hora de la integración

Por Gerardo Terán Canal

Visión Estratégica

Con mucha inteligencia FUNDELT ha elegido la Integración Hispanoamericana, como uno de los puntos que debe llevar en su programa el partido político.

Digo con inteligencia, porque ha sido elegido desde la visión estratégica que se ha venido deliberando en casi todas las presentaciones. No se trata de una Integración con una visión idealista, ya sea de izquierda o de derecha. Se trata de algo que está en nuestra historia y no hemos podido realizar.

San Martín y Bolívar tenían cada uno, esa visión de la integración. Y no fue porque se les ocurrió como una política para atraer cuadros a la causa libertadora, sino porque estaba en lo fundacional e histórico de nuestros países.

La Integración tiene un origen real

Hablamos el mismo idioma, y muy parecido al portugués de Brasil.

Tenemos las mismas creencias religiosas, que están involucradas como principios constitucionales de los diferentes países; también disfrutamos de una alimentación que es una simbiosis entre lo indígena y los español, es decir criolla; nos caracteriza una alegría que nos lleva a conformar amistades y alianzas en momentos difíciles.

Y se podría encontrar muchas más riquezas sociales en común.

Pero hay algo aún más natural, que viene de la creación. Si damos una mirada al mapa de Sudamérica, por ejemplo, vemos como desde el río Putumayo, nos podremos ir de viaje al Amazonas, navegar por el rio Madeira, llegar al rio Paraguay y terminar en el Río Paraná, en el norte argentino.

Ese viaje, ya lo realizó, el ex presidente colombiano, el general Rafael Reyes, precursor de la idea de la integración. Sin embargo, en vez de haber hecho lo que hizo Europa con el Rhin y el Danubio, Estados Unidos con el Mississippi, que fueron vías del desarrollo de esos continentes, nosotros estamos sentados de espaldas mirando el mar para ver que podemos exportar, para poder comer insuficientemente.

La potencialidad de un cambio en el orden mundial

La presente situación mundial nos enfrenta  a una crisis en su orden político y económico, y a la vez también  en la se observan cambios en determinados países, que han comprendido que deben buscar un nuevo rumbo. Esos países, varios de ellos inmersos en la pobreza como China, hace unos años, y la India, se están convirtiendo en potencias, y están pudiendo resolver el problema del atraso de cientos de millones de sus habitantes.

Esa visión estratégica nos debe llamar a pensar seriamente en desarrollar una integración de nuestro continente, en el que habitan casi 500 millones de personas. Ante la nueva situación mundial, solo podremos pesar geopolíticamente si logramos encauzar un proyecto de desarrollo económico y político, que nos permita estar a la par de los países que mencioné y otros.

Por eso es tan importante la propuesta del canal interoceánico Atrato Truandó de nuestro programa.

Ese canal es absolutamente necesario para el mundo que se viene, y no nos queda otra alternativa que desarrollarlo, o si no, vendrán los chinos, los hindúes, los estadounidenses, a construirlo colonialmente, porque lo necesitan.

En 1975, cuando se aprobó la ley para la construcción de este canal, se hablaba que su construcción generaría 1 millón de empleos, sin tener en cuenta los indirectos, que como efecto se generarían en todo el país. Pero los Estados Unidos y sus amigos en Colombia, evitaron que se hiciera.

¿Qué es lo que ha fallado para  poder cumplir con esa necesidad real de la Integración?

No será necesario escribir mucho para reconocer que el divide y reinarás ha sido la consigna, tanto de la visión liberal, como la conservadora y comunista, que han sido impuestas desde afuera, y nosotros hemos adoptado, produciéndonos enfrentamientos, grietas de odio, y lo más importante una extrema pobreza, hasta terminar siendo colonias del narcotráfico.

La crisis internacional es una oportunidad para recuperar esa naturaleza integradora que nos fundó como continente. Y este es un pensamiento vivo en todos los países hispanoamericanos.

Manos a la obra.