Iván Velasquez debe renunciar a Mindefensa, por desleal e inepto. Lo que no sirve que no estorbe.
En contraste, la sensación generalizada de los colombianos, es que durante los primeros once meses del desgobierno Petro, la seguridad nacional se ha deteriorado y que la incertidumbre de su lenguaje comunista, ha desincentivado el desarrollo económico.
Razones: carente idoneidad e ideologización marxista-leninista de su equipo de trabajo. Parecía ser que los dólares del narcotráfico han sobreaguado amplios sectores de la economía, porque definitivamente las políticas estatistas y populistas de Petro, no propician esos escenarios, en un históricamente país desindustrializado.
En discursos e intervenciones públicas del petrismo, salen a flote instigación al odio de clases e invitación a vándalos, para que destruyan las ciudades si el congreso de la República, no aprueba irresponsables reformas populistas de corte marxista-leninista; amarre de manos a las Fuerzas Militares y de policía, mientras narcotraficantes y terroristas de filiación comunista, son legitimados como “líderes sociales y gestores de paz”; desincentivación a la iniciativa privada, estímulo a la corrupción del siniestro Pacto Histórico, que juntó lo peor de la corrupta politiquería criolla, incitación constante a desconocer la justicia vigente, etc.
Debido a la ineptitud del ministro de Defensa Iván Velásquez, sumada a su sesgo ideológico izquierdista las Fuerzas Armadas operanan con incertidumbre. Cantinflesco para contestar a una emisora radial, acerca de la situación jurídica de terroristas de la primera línea; irrespetuoso para dirigirse a las tropas en torno a un presumible show de “poder popular” montado por las Farc, al parecer en contubernio con Petro inaugurando una obra en el Catatumbo; cómplice por inacción del secuestro de unos policías en el Caguán, perpetrado por los terroristas de las Farc disfrazados de guardias campesinas; e ignorante y agresivo, culpando a la sargento Karina Ramírez del secuestro que le cometieron narcoterroristas del Eln, son algunas de las múltiples conductas, que se suman a ineficientes resultados de la pobre gestión de Iván Velásquez, mientras ha estado a cargo de la cartera de Defensa.
La inseguridad urbana, o fallas en la seguridad ciudadana, está en el peor nivel de la historia del país. Entretanto casi 2000 terroristas se suman a los daños que los políticos corruptos de siempre, causan al estratégico puerto marítimo de Buenaventura. El Eln hace lo que le place, con el audaz ardid del cese al fuego faseado; los traquetos de Iván Mordisco y la Segunda Marquetalia viven a sus anchas del narcotráfico en las zonas cocaleras, a expensas de las nunca desmovilizadas milicias bolivarianas de las Farc … Así, ya parece interminable, la lista de errores por ineptitud manifiesta del ministro Velásquez.
Razón más que suficiente para que salga del cargo, que nunca ha debido ocupar, que no merece, y que por ausencia de liderazgo y empatía, tampoco es bien recibido entre los militares y policías activos, quienes por disciplina castrense y alto profesionalismo, lo soportan pero no lo aceptan. Tanto va el cántaro al agua que al fin se rompe. Por ende, lo mejor para Colombia, es que Velásquez de el paso al lado, antes de que el país caiga a lo más profundo del abismo de la inseguridad por incompetencia del gobierno nacional de turno.
O que la situación se torne insostenible y reencauche la violencia política en las regiones, donde pueden resucitar grupos armados ilegales, cuyas acciones criminales que descompongan aún más la institucionalidad. Lo que no sirve que no estorbe… Y usted no sirve para ser ministro de Defensa señor Iván Velásquez. Todo esto porque Petro y su combo deterioran la seguridad nacional y desnaturalizan la institucionalidad
