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La autonomía universitaria

   Por Iván González

Rectores preocupados por autonomía universitaria tras nombramiento de Múnera en la Unal.

    Dejemos claro lo que es la autonomía universitaria.
     Es la libertad de pensamiento, de doctrina, de cultura, de análisis, de academia, de inteligencia. Para la creatividad, de ingenio, de inventiva, de conocimiento.

    Los gobiernos se han dejado meter los dedos en la boca por parte del comunismo quién convirtió la autonomía universitaria también en autonomía de gobierno, administración y manejo. Empleando la astucia de la manipulación de los conceptos y tergiversando los criterios, como es habitual y hace parte del perverso comunismo mundial.

     Las universidades públicas son propiedad del pueblo colombiano, administradas y bajo responsabilidad del gobierno nacional. Propiedad en lo material y en lo físico lo económico y en lo gerencial.

     Y el recurso humano de ellas está bajo las condiciones que el Estado considere necesarias para lograr el bien común. Y las debe acatar para que le dicte educación a las nuevas generaciones, por ser pago con el dinero del pueblo. Por ello la autoridad puede removerlos a criterio del administrador, que es el Estado.

Y también todo aquello que dentro de ellas surja en contra del bien público. Incluido el adoctrinamiento ideológico violento, en contra del pueblo colombiano y de su patrimonio y su cultura. Puede prohibir todos aquellos ideologías que no conduzcan al enriquecimiento cultural y científico sino a la degradación de la nación, de la ley y el orden.

    Por lo tanto no es autonomía para que los alumnos hagan con ellas lo que les dé la gana. Ni impongan sus reglas a su manera.
     De tal manera que el gobierno no solo tiene el derecho sino que está obligado a imponer el orden dentro de las universidades. Incluso utilizando la fuerza física.

    Porque si eso no es así entonces es mejor cerrar y convertirlas en batallones militares y de policía. O en parques públicos o cualquier otra destinación distinta al de la educación.
    Así no guste ni a profesores ni a estudiantes, quienes tendrán que buscarse alguna otra actividad de que vivir y cualquier otra forma de ilustrarse. Pero no subsistir sin ningún beneficio o muy poca utilidad social.

     Lo que ha faltado es coraje por parte de los gobernantes que se dejan apabullar y acobardar por una mesnada de viciosos, drogadictos, lacras, zánganos, inútiles, bandoleros, antisociales y terroristas.

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