La necesidad de elevar en forma permanente el nivel espiritual o de conciencia-pensamiento, para el mejor uso de la palabra y de los sentidos físicos

      Por: Rosa Lía Medina de López*

      Hace algún tiempo envié a propósito de unos excelentes artículos procedentes del Centro de Estudios de Kabbalah en Los Ángeles CA.–USA, estudios espirituales, no religiosos, de un Centro con 70 Sedes en países de los 5 continentes y editorial propia, justamente sobre el importante tema que intitula el presente escrito, que por lo general no solo atenta contra lo que se conoce en el mundo entero como “La Ley de DIOS”, sino que es la causa de irremediables conflictos entre las personas.  

      De los más de 350 remitidos de mi directorio, recibí un buen numero de amables respuestas, pero también dos o tres por supuesto legítimas solicitudes, pero con equivocado motivo: “retirar mi nombre de su lista por no tener ningún interés en esos temas que van contra mis creencias religiosas”. (¿?)

      Los referidos artículos hablan de la porción denominada Balak-Bileam, de la Biblia original en Arameo, 4º Libro llamado NUMEROS (22:1 – 24:25) de La Torah, Ley o Pentateuco, por supuesto también vigente en el llamado Antiguo aunque en verdad Primer Testamento en la Sagrada Biblia Católica, traducida de la Vulgata Latina al español por el obispo Félix Torres Amat,  y que en su introducción de la página 143 hace la advertencia indicada en los párrafos transcritos en forma textual, en bastardilla y entre comillas al final de este escrito..

      No obstante la raíz del asunto en ese entonces y aún hoy en el lejano siglo XXI, es que los seres humanos oímos y vemos solo lo que queremos oír y ver, y si bien el cerebro invierte la imagen capturada para que veamos el mundo como probablemente es, aún así nuestra visión es restringida por los límites de nuestra espiritualidad. 

      Nuestro potencial verdadero, el del alma no el de los sentidos físicos, es infinito y si permaneciéramos en el, podríamos ver y escuchar todo. Si tan solo permaneciéramos abiertos a los que nos rodea, obtendríamos las respuestas a todas nuestras preguntas , simplemente a través de nuestra propia observación. La mayoría de las veces nuestras preguntas persisten porque le tememos o posiblemente nos incomodan las respuestas.

      Todo lo anterior, para aclarar a quienes temen las respuestas a sus preguntas sobre el artículo suscrito  por el Presidente de Fudelt e intitulado “Del descache del General Mora, a la agresividad e irreflexibilidad de reservistas “expertos en política”, las cuales sin duda les serán satisfechas a quienes quieran escribirle o llamarle para que les amplíe sobre tan claros temas expuestos:

      ¿Fue el General Mora un buen negociador institucional en los extensos acuerdos de la Habana? ¿Son los miembros de las reservas expertos en política? ¿Tienen la suficiencia de conocimiento exhaustivo y comprobable sobre temas específicos económicos, sociales, políticos, medioambientales, institucionales en general de las distintas regiones del país? ¿Manejan la correcta presentación de macroproyectos necesarios para el país que sean medibles y controlables?

      ¿Cómo podemos adiestrarnos para oír la verdad como realmente es en lugar de lo que queremos que sea?  

      Podemos comenzar entendiendo lo que ocurre cuando pensamos solo en nosotros mismos, cuando vemos a otras personas, solo vemos lo que ellas pueden darnos o aquello que podemos obtener de ellas.

      Pero cuando vemos más allá de nuestros deseos egoístas, cuando vemos como podemos ayudar, como podemos dar, como podemos compartir, comenzamos a ver la verdad. No en vano la regla de oro en muchas filosofías y doctrinas religiosas, la más comprensible y bien traducida: “Cuando ames a tu prójimo como te amas a ti mismo, entonces conocerás la divinidad.”

      (Transcripción textual de párrafos en la página 143 de la Sagrada Biblia Católica, traducida al español por el Obispo Félix Torres Amat)

       …… “Aunque no hemos de creer que cada palabra en este libro signifique un misterio, con todo sería un grave error, como observa San Agustín, pensar que en éste o demás Libros Sagrados, solo hemos de atender a la letra o a la historia que refieren. San Pablo (Hebreos IV, 8, 9) nos enseña que la peregrinación de los israelitas a la tierra de Canaán era la figura del pueblo Cristiano a la verdadera tierra de promisión en la cual habría de introducirle el divino Salvador JESUS, de quien era figura JOSUE”. 

      …… ”!Qué rico tesoro de instrucciones y documentos saludables encontrará en este libro el cristiano que lo medite atentamente y con humildad de corazón! Aquí aprenderá el respeto se debe a todo lo perteneciente al culto divino…”

     …… “Finalmente, tanto en la lectura de este libro como en los demás de la Escritura, hemos de tener presente, que  así como adoramos al Hijo de Dios en la Eucaristía bajo los velos de los accidentes de pan y vino, porque sabemos que allí está JESUCRISTO, aunque oculto y escondido, así mismo es justo que también respetemos la palabra de DIOS con la misma sumisión, cautivando nuestro entendimiento y adorando su verdad, no solo en los lugares donde la entendemos, sino también en los oscuros que no ha se ha querido revelarnos.. “

     *Miembro del Equipo de Direccionamiento Estratégico Fundelt

      Encargada de la Dirección de Comunicaciones Fundelt