Nuestro propósito superior: Unidos para ser más fuertes.
Artículos de opiniónPublicaciones

La procastinación de las regiones

Política y geografía en Colombia

Por Diego León Caicedo Múñoz

“Procrastinar es seguirle el ritmo al ayer”. Don Marquis

Por antonomasia Colombia es denominada país de regiones y no es para menos, la realidad humana, cultural, geográfica, social, política y pluralista, reflejan una huella histórica y el poder político debe obedecer a esa identidad cultural regional.

Las características heterogéneas del país y su gran diversidad ameritan una descentralización sólida por regiones como entes territoriales, que les conceda impeler sus proyectos.

No es correcto mantener vigente un modelo de estado excesivamente centralizado en un país de regiones como el nuestro, tenemos la herramienta constitucional que permite la descentralización territorial, para una mejor distribución de derechos, riquezas y libertades en las regiones, pero el estado, empezando por el legislativo, luego el gobierno central y por último los mismos gobiernos departamentales han procrastinado la organización de un Estado Unitario Regional, importante y necesario para el desarrollo del país.

Existen intereses políticos de toda índole que restringen los avances en este significativo propósito.

En la Constitución Política de 1991 se estableció un nuevo sistema de Ordenamiento Territorial, retomando algunos avances dados durante la vigencia de la Carta del 1886. Los artículos 306 y 307 ofrecen la gran oportunidad para que las regiones asuman el papel decisivo en el devenir nacional, en razón a que autorizan la fusión de dos o más departamentos en una región administrativa de planificación, (RAP).

En teoría, Colombia está organizada en forma de República Unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, sin embargo, la realidad política y social de la nación, evidencia un fuerte centralismo, en donde las decisiones y los recursos se destinan y parten desde Bogotá.

 Trayendo como consecuencia la inequidad y desigualdad regional en un país de regiones.  (Hugo Castillo; Luis Felipe Arrieta. Análisis crítico sobre la línea jurisprudencial del ordenamiento territorial colombiano).

La apatía de los políticos colombianos a consentir una descentralización administrativa regional es abismal. Después de 20 años de haberse proferido la carta política, el legislador expidió la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial demarcada con el número 1454 de 2011, que desarrolló esta importante herramienta y 8 años más tarde profirió la ley 1962 de 2019 que reglamentó su funcionamiento, siendo lo más importante de esta norma la conversión de las regiones a Entidad Territorial (RET).

Como lo manifiesta Amylkar Acosta Medina: “las RAP no es, no puede ser, un punto de llegada, sino un punto de partida; además, no es un fin sino un medio para luchar unidos, no sólo en procura de cerrar las brechas interregionales, sino también las brechas intraregionales con el fin de nivelar la cancha.

Las regiones han venido dando el primer paso para avanzar en el propósito último de constituirse como entidades territoriales, en el entendido que esta es una escala técnica para llegar a nuestro objetivo final cual es la Región como Entidad Territorial”. Cuando Colombia alcance esta meta, habremos dado un paso transcendental en el mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos.

En la actualidad se encuentran constituidas las siguientes RAP:

Caribe, creada en 2017 y conformada por los departamentos del Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira, Magdalena y Sucre.

Eje Cafetero; creada en 2018 y conformada por Caldas, Quindío y Risaralda; Tolima se adhirió en 2020.

Central; creada en 2015 y conformada por Boyacá, Cundinamarca, Meta, Tolima y el Distrito Capital; Huila se vinculó en 2019.

Pacífico; creada en 2016 y conformada por Cauca, Chocó, Nariño y Valle del Cauca.

 Amazonia; creada en 2019 y conformada por Amazonas, Caquetá, Guaviare, Guainía, Putumayo y Vaupés. Quedan algunos departamentos que aún no están incluidos, pero ya están propuestos en nuevas RAP.

Esta figura asociativa les permitirá a todos los departamentos, tanto industrializados, con economías en desarrollo, basadas en el sector primario, fundamentadas en el agro y la minería, como con bajo nivel de desarrollo económico, aliarse para impulsar proyectos y objetivos comunes regionales, que propiciarán el desarrollo de sus economías, la competitividad, la integración de sus megaproyectos de infraestructura estratégica y la promoción del desarrollo rural y social del territorio.

Por último, se espera que los socios de las RAP, que son los gobernadores, tengan la suficiente voluntad para promover una agenda de desarrollo integral. Lo demostrado hasta el día de hoy, es el exiguo interés en sacar adelante este maravilloso instrumento.

De acuerdo con la ley, la incorporación del enfoque regional en los planes de ordenamiento territorial, los planes de ordenamiento departamental, los planes de desarrollo y en las diferentes herramientas de planificación, no obstante, la conversión de las regiones administrativas de planificación a Regiones Entidades Territoriales, solo podrá darse a partir del año 2022. Haciendo la tarea bien con las regiones, nos quedan pendientes las provincias, que será tema de otro escrito.

Regiones político administrativas colombianas

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies. Puede ver aquí la política de cookies.    Más información
Privacidad