Sentencia del Almirante Padilla, condena al héroe de Maracaibo

    El 2 de octubre de 1.828, en lo que hoy es una pared exterior del Capitolio Nacional, donde actualmente funciona el Congreso de Colombia, esto es, en lo que hoy llamamos Plaza de Bolívar, que en ese momento era simplemente la plaza central de Santa fe, capital de la Nueva Granada, fue fusilado un hombre de gran contextura física de 44 años, uniformado, con charreteras de General, de las tropas que habían convertido una colonia de ultramar (donde ese mismo hombre había nacido, en el sitio más al norte de la misma), las charreteras no permitió,  que los verdugos se las quitaran……algo de sentido tendría este gesto final……como sus palabras finales también……

    Ese ya entonces ciudadano, que no súbdito, el hijo de Andrés y Luisa, no solo había sido un marino consolidado en la Real Marina Española, donde se había embarcado en el San Juan Nepomuceno, buque primero explorador científico y luego de guerra, como un simple mozo de cámara,  a órdenes del Capitán Español Francisco Fidalgo, pero que ante sus habilidades y valentía en  combate, habría de conseguir salir con vida de la Batalla de Trafalgar, pero no así su Comandante posterior, el Capitán Cosme Damián Churrusca Elorza y con los sobrevivientes fue capturado y llevado a Londres……Tres años, donde estuvo confinado a un simple pontón, pero donde aprendió labores más sofisticadas de marinería, que lo llevarían a calificarse como Contramaestre….misma labor que vino a desempeñar en la Cartagena de Indias de principios del siglo XIX, después de su amnistía.

     Pero, la historia tiene sus retruécanos y hubiera sido impensable que ese mulato riohachero, que presenció en vivo y en directo, la derrota que el Almirante Nelson le propinaría a la Coalición de flotas españolas y francesas en Trafalgar, terminaría convertido en un líder natural en su barrio de habitación, en Getsemaní y que también viviría el sitio, que le dio a Cartagena su calificativo de la heroica resistiendo, lo cual, aunado a sus conocimientos de marinería y navegación sumados a su ímpetu, coraje, valentía, inteligencia, arrojo y carisma, lo llevarían a ser el emulo más importante de la campaña libertadora desde el mar.

    Ahora bien,  no voy a hacer un recuento de sus hazañas en las batallas de Tolú, la campaña de los cayos y su amistad en el Caribe desde Haití con el libertador, ni su vertiginoso paso de Alférez de Fragata a Capitán de Navío, por estrictos méritos militares y de combate …para estos detalles ya vendrán muchos escritos y muchos más espero, dentro de cinco años, al celebrar los 200 años de su infame muerte, hoy voy a hacer unas preguntas que por lo general, no se hace ni siquiera la academia, que es la que debería liderar los siguientes cuestionamientos.

     Mis preguntas de hoy, serán sobre el porqué de su muerte, por qué su sentencia a morir fusilado y ni siquiera la posibilidad, como supuesto autor de la conspiración septembrina (Donde el líder de la misma fue desterrado hasta morir Bolívar), a un destierro o a meses o años de cárcel, fue sentencia a muerte y con penas accesorias, como desaparecer de las memorias del inicio de la patria, su legado, sus triunfos, logros y glorias, que mezquindad tan impensable.

      Demos por sentado, que su animadversión con el general venezolano Mariano Montilla era evidente y no importará la causa de la misma, aunque se sospeche que era algo tan fútil y abyecto como un lio de faldas, pero lo que había detrás era miedo, pánico, celos, egos, resentimientos y obstinaciones contra el líder de la pardocracia y su defensa de los textos de la convención de Ocaña.

    ¿Como lograron convencer a Bolívar, de que un detenido en calabozos de Bogotá, podría estar concertando o conspirando el asalto al palacio de san Carlos, esa noche del 28 de septiembre de 1828? ¿Quién lo señaló? ¿Con qué argumentos? ¿De qué delitos se le acusaba? ¿Conspiración? ¿Traición? ¿Tentativa de magnicidio? Peor aún, cual código penal había violado el detenido General de División y Senador Padilla, para sufrir la misma muerte del General Piar, quien fuera su jefe, ¿pero también de Caldas, Torres, García Rovira o Liborio Mejía a manos de Morillo?

     ¿Qué delito acaso había cometido el héroe del lago de Maracaibo, para que no solo fuera fusilado, sino también ahorcado luego de morir, por acción de los fusiles? ¿A quién se quería aleccionar? ¿Alguien conoce el texto de la sentencia o el fallo en disfavor del almirante? ¿Quién la profirió? ¿Quién su juez? ¿Su fiscal? ¿Su defensor? ¿Su detención previa por insubordinación o desacuerdo con la dictadura bolivariana o ante el decreto dictatorial de Bolívar, tenía como consecuencia jurídica la muerte? ¿Ya que, podríamos entender la persecución al general Córdova que armó su Ejército en Antioquia y dio combate a las tropas enviadas a capturarlo y que terminarían con el infame espadazo en su cráneo, por parte del irlandés Rupert Hand, pero cual tropa había organizado Padilla contra el libertador, que se había auto declarado dictador para ese momento?

     Creo que las preguntas son muchas y surgen cada vez más, pero la academia colombiana decidió dejar en el ostracismo el caso y esperaría que ésta feliz ocasión del bicentenario, produjera que este tema retornara a la investigación y a la palestra publica, creo que el Gran Guajiro lo merece y el pueblo también.

    Las persecuciones políticas y jurídicas a grandes lideres, son de ayer, de hoy y de siempre y no solo en Colombia, sino en muchas latitudes, pero las verdades, las aclaraciones y la luz en el marco de las memorias históricas, es fundamental para reivindicar a ciudadanos, con los que las historias oficiales fueron mezquinos y aun después de 200 años lo siguen siendo.

     Justicia y Verdad para José Padilla López y sus descendientes, para el que le dio el mejor regalo de cumpleaños a Simón Bolívar, el día que cumplió 40 años y luego este mismo libertador ordenó matarlo y aún no sabemos quién fue ese determinador ….pero lo sospechamos……..como siempre todos sabemos quién está detrás …..pero siguen pasando de agache….tan grande es Padilla y su gesta, que el 24 de julio se celebra en Colombia y Venezuela ..pero allí también lo opacan.

      Mientras nuestra república siga en modo apellidocracia y se siga mirando estrato, mientras no se pueda siquiera opinar, sobre las actitudes autoritarias o incluso dictatoriales porque te señalan y persiguen, ahora por Twitter y matoneado por granjas virtuales o  se siga preguntando de cual universidad es tu título, para saber si tienes abolengo, para llegar a una alta corte, la memoria de José Padilla López, seguirá gritando como ese 2 de octubre de 1828, en la mañana bogotana “Viva la república, viva la libertad” como su grito a bordo del bergantín Independiente el 24 de Julio de 1823 “Morir o Ser Libres”.