Sionismo versus judaismo

Por Capitán de Fragata. (RA). Angel Gabriel Conde Romero

Analizar con absoluta veracidad, los temas relacionados con el judaísmo, el antijudaísmo, el semitismo, el antisemitismo, con el sionismo, el anti-sionismo; con la Tora, con el Talmud, y todo lo que tenga que ver con el pueblo hebreo, con la Biblia y el cristianismo es muy complicado, aunque indispensable para entender los diferentes conflictos armados y políticos interreligiosos.

En Mateo 2, 13: “un ángel del señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y estate allí hasta que yo te avise…”
Pregunta: ¿El ángel del señor, sabía que los hebreos habían sido sacados de la esclavitud del Faraón de Egipto, por Moisés, cientos de años antes? Segundo: ¿Por qué hacía esto el ángel del señor? Y la respuesta es, porque Herodes tenía sometido al terror al pueblo judío.

O sea, que Dios lo que no quiere es que le esclavicen a su criatura, al hombre. Y, no se trata del odio hacia los pueblos. Es hacia la esclavitud. Miremos el desarrollo del tema del enfrentamiento entre sionistas vs judíos.

El sionismo es un movimiento específico del pueblo Jazares que se convirtieron al judaísmo. No es un movimiento de los hebreos judíos y existe una teoría que el sionismo es antisemita, los judíos y los árabes son semitas.

Los pueblos semitas son un grupo diverso de personas que comparten un lenguaje común, las lenguas semíticas.
Los pueblos semitas se dividen en tres grupos principales, y uno de ellos son los Semitas occidentales: Estos son los pueblos que hablan lenguas semíticas occidentales, como el árabe, el hebreo y el arameo. Se encuentran principalmente en el Oriente Medio y el norte de África.

La definición más propagada y conocida del sionismo es: que es una ideología y movimiento político nacionalista que propuso desde sus inicios el establecimiento de un Estado para congregar la variedad de nacionalistas étnicos de la Europa Central y Oriental, del pueblo judío, preferentemente en la antigua Tierra de Israel (Eretz Israel).

El sionismo apareció en Europa central y oriental a finales del siglo XIX. El movimiento se desarrolló en respuesta a la creciente hostilidad hacia los judíos en Europa, así como a la idea de que los judíos eran un pueblo con una identidad nacional única.
El padre del sionismo es generalmente considerado Theodor Herzl, un periodista austriaco que publicó el libro “El Estado judío” en 1896. En este libro, Herzl argumentaba que la única forma de asegurar la seguridad y la libertad de los judíos era crear un Estado propio.
El sionismo ganó fuerza en las primeras décadas del siglo XX, y finalmente condujo a la creación del Estado de Israel en 1948.

Existen varias vertientes del sionismo. El sionismo político, el sionismo religioso y el sionismo práctico socialista. Y, además, existe el movimiento llamado Illuminatis o Iluminados de Baviera, orden del culto satánico al demonio, que se refundó en Europa, la noche del 30 de abril al 1º de mayo de 1776, en la noche en que desde hace muchísimos siglos se celebra la siniestra noche de Walpurgis (o noche de las brujas).

Estos son los verdaderos maestros del engaño. El historiador británico Mc Nair Wilson coincide con otros historiadores en afirmar que Napoleón Bonaparte no fue más que un instrumento de los Illuminatis.

José Antonio Egido, en su libro: “El Problema Nacional Judío”. Judaísmo versus Sionismo. Editorial, El viejo Topo, hace un relato histórico de lo que consideró el eje central por el que ha transitado esté prolongado conflicto. Veamos:
“Una vez que se constituye una sociedad clasista en Palestina, la clase dominante formada por propietarios de tierras y de esclavos, por sacerdotes del Templo y por jefes guerreros, que oprime a las clases populares hebreas para vivir de su trabajo. El monoteísmo radical es una expresión del poder de la casta sacerdotal sobre el pueblo al que se le obliga a entregar ofrendas cada vez más onerosas y se le asustaba con la noción de “pecado original” y con todo tipo de castigos divinos. Esta casta detentaba el poder afirmando, ser la descendiente del sumo sacerdote Sandoc. Por eso se la conoció como los saduceos, del hebreo Tsedukim.

En la Antigüedad y en épocas más recientes los sectores dominantes judíos se aliaron con el enemigo exterior frente a su propio pueblo. Hay casos frecuentes: el gobernador Nehemías fue apoyado por los reyes persas. El gran sacerdote del templo de Jerusalén Menelao se convirtió en fiel marioneta del rey seleúcida Antíoco hasta provocar la ira de los sectores judíos tradicionalistas, que lo mataron a él y a muchos de sus partidarios y derrocaron al resto. Es la insurrección asmonea, que instauró una dinastía que no tardó mucho tiempo en degenerar en ominosa tiranía contra el pueblo. El rey asmoneo judío Hyrcan II facilita al romano Pompeyo la conquista de Jerusalén. El también rey asmoneo Alejandro reprimió al pueblo y llegó a ejecutar 6.000 personas en un solo día. Herodes restauró el templo bajo el amparo de los romanos y levantó un muro romano que es hoy el “muro de las lamentaciones” al que acuden los fieles judíos. La secta de los fariseos, en hebreo perushim, fue excluida del control del Templo. Repudiaba el régimen religioso real con su sumo sacerdote y los aristócratas saduceos y se pasó al lado de los romanos durante la revuelta judía de los años 60.

El imperio romano reconocía una autoridad máxima de los judíos, el Patriarca, al que atribuía el poder de un alto funcionario romano, superior incluso al de gobernador provincial de Palestina.

El sionismo no ha dudado en colaborar con los peores asesinos antisemitas con tal de conseguir sus fines políticos. Los ejemplos abundan: El 21 de junio de 1933 la Unión Sionista de Alemania dirigió un mensaje al Partido nazi alemán proponiéndoles “honradas relaciones de lealtad entre judíos que tienen conciencia de grupo y el estado alemán”. Varios jefes sionistas no se opusieron y colaboraron con los nazis en su genocidio contra el pueblo judío, como lo pone de manifiesto los libros de Hannah Arendt, del rabino Moshe Wiesenthal y del superviviente del gueto de Varsovia Ion Tutkov, que denuncia a los policías del consejo judío y a los miembros de la oficina contra la usura y la especulación que colaboraron con los alemanes para organizar redadas de judíos que eran deportados al campo de exterminio de Treblinka…… Y continua:
Los jefes sionistas húngaros Rudolf Kastzner y Joel Brand firmaron un pacto secreto con Adolf Eichmann para salvar a 1604 personalidades judías y militantes sionistas aceptando a cambio la deportación a los campos de la muerte de 476.000 judíos húngaros”.

José Antonio Egido, autor del libro, sigue mostrando como se desarrolló históricamente ese enfrentamiento entre los hebreos pobres y los judíos ricos, así: “La Gran Revuelta contra Roma del siglo I de nuestra era es también una insurrección de los campesinos sin tierra y de los jornaleros contra el orden social en Judea dirigido por los grandes sacerdotes, grandes propietarios de tierras y ricos comerciantes. Su líder, Simón Bar Giora, reclama la emancipación de los esclavos, a los que libera, combate contra los ricos y quema los archivos donde se guarda los documentos que prueban las deudas que tienen los judíos pobres con los ricos….
Los campesinos judíos y los judíos pobres de la ciudad de Palestina en épocas romanas odiaban a los rabinos”. Eguido, José Antonio. El Problema Nacional Judío”. Editorial El Viejo Topo. 2006. España.

Considero como la tapa de la olla es el libro de Iván Gómez Avilés, “Acuerdo Haavara, el pacto entre nazis y sionista”. Amable lector, te recomiendo veas el video en YouTube: “Conflictos Havaara, el pacto secreto entre nazis y sionistas”. https://youtu.be/EYLZ6cG1DEA?si=xt50QOKgEoqgWLdq.

El Pacto Haavara, también conocido como Acuerdo de Transferencia, fue un acuerdo secreto firmado el 7 de agosto de 1933 entre el gobierno nazi de Alemania y la Agencia Judía para Palestina. El acuerdo permitía a los judíos alemanes emigrar a Palestina, siempre que sus bienes fueran transferidos a Alemania y utilizados para comprar bienes alemanes para exportación.
El acuerdo fue negociado por el director de la Agencia Judía para Palestina, Chaim Weizmann, y el ministro de economía nazi, Hjalmar Schacht. Weizmann buscaba una forma de ayudar a los judíos alemanes multimillonarios a escapar de la persecución nazi, mientras que Schacht buscaba una forma de estimular la economía alemana.
El acuerdo funcionó de la siguiente manera:
• Los judíos alemanes multimillonarios que querían emigrar a Palestina vendían sus bienes a la Agencia Judía por un precio reducido.
• La Agencia Judía utilizaba el dinero para comprar bienes alemanes, como maquinaria, herramientas y materias primas.
• Estos bienes eran exportados a Palestina, donde eran utilizados para crear empresas y puestos de trabajo.
El acuerdo Haavara permitió la emigración de unos 60.000 judíos alemanes a Palestina entre 1933 y 1939. Sin embargo, el acuerdo fue criticado por algunos judíos, que lo consideraban una colaboración con el régimen nazi.
El acuerdo Haavara fue cancelado en 1939, cuando Gran Bretaña declaró una prohibición sobre la inmigración judía a Palestina.